miércoles, 17 de agosto de 2011

¿Realmente somos egoístas?


¿Te crees una persona generosa? Todos pensamos que somos la mar de generosos por pensar de vez en cuando (muy de vez en cuando) en los pobres de los países tercermundistas, o en los vagabundos que hay en las calles españolas.. y que bien nos sentimos cuando un día le damos unas pocas monedas a una persona que está pidiendo en la puerta de algún supermercado, como si por ello estuviésemos arreglando el mundo y nos ganásemos el cielo.
Y que a gusto estamos en casa sin hacer nada, o que bien se está dando un paseo tan ricamente de tienda en tienda una tarde de otoño sabiendo que hay gente que lo está pasando mal en las calles. ¿Acaso algún día se te ha ocurrido ir a uncomedor social a ayudar? Seguro que no, y la excusa tan usada es que no sé donde hay un comedor social, vaya.. seguro que para buscar videos de un hombre dándose con un rastrillo en los ** has gastado parte de tu tiempo.
Pero tranquilo, todos en el fondo somos así, en el fondo todos somos egoístas, no le negamos un cacho de pan a alguien que no pueda permitírselo, pero tampoco nos molestamos en buscar a un pobre para darle el pan que nos sobra. No estoy diciendo con esto que seamos malos de naturaleza, simplemente que nos hemos acostumbrado a ver injusticias y no hacer nada para cambiarlo. Si en la televisión sale un documental de países tercermundistas mientras estamos comiendo, nuestro impulso es cambiar, e incluso hay quien se atreve a soltar una frase como “Anda que poner un documental así a la hora de comer” ¡disculpa, ya nos preocuparemos de la gente que lo pasa mal cuando termines de hacer la digestión!.
Somos una sociedad que da verdadero asco, ¿Realmente nunca os parasteis a pensar en como sería vuestra vida si hubieseis nacido en una familia tercermundista? O sin ir tan lejos; ¿en una familia realmente pobre que tiene que comer de los restos de los demás y vestirse con ropa rota y sucia? Algún australopithecus pensará que todas las ventajas que tiene se las ganó a pulso y que la gente que está en la calle lo está porque algo malo en su vida habrá hecho, yo a esas personas (si se les puede llamar así) les pregunto¿Qué cosa mala ha podido hacer un niño que con ocho años tiene que ir con su padre a revolver en la basura para poder comer?.
Es paradójico pensar en como podemos llorar con el cine de amor, y ponernos tristes cuando la valiente actriz de la película muere y luego irnos tan ricamente a dormir en nuestra cama mientras gente que está en la calle pasa frío pudiéndose tapar con la manta que tenemos guardada en nuestro trastero llenándose de polvo porque es fea. Y es triste pensar en que cuando vemos un perro abandonado por la calle se nos parte el corazón, y que cuando vemos una persona pidiendo en la calle lo primero que deseamos es que no se nos hacerque a pedir una limosna. ¿Me lo vas a negar?.
Quiero aclarar que nadie tiene porque renunciar a sus placeres, ni a sus merecidas o no ventajas en la vida, solo quiero que cada vez que nos compremos una revista de 7 euros la cual leemos una vez y luego tiramos, una pulsera de 5 euros que terminara completando la colección de objetos olvidados en un cajón o un refresco de 2 euros que vayamos a dejar por la mitad; pensemos en lo que realmente podemos hacer con ese dinero, y en la sonrisa y alegría que causaría en otra persona que lo necesite más que nosotros. Y ya callando bocas de sujetos pedantes que generalizan diciendo que los que piden en las calles son simples borrachos que utilizan el dinero para vino o para drogas, quiero recordar que también ayudas, y mucho, regalando la ropa que sabes que no vas a ponerte, acercándote por un comedor social a echar una mano, o como mínimo por simple respeto no tirar comida a la basura cuando hay gente que se va con el estómago vacío a dormir.
A veces cuesta ver que la realidad de tu alrededor no es tan bonita como la pintas, y que la vida para ciertas personas no es tan fácil,  por ello muchas veces giramos la cara hacia otro lado y ahí es donde nos equivocamos, mantén la mirada fija y observa como es la vida para otras personas, en ese momento ya estarás haciendo algo por ellas, porque cuando conozcas como es su mundo y lo sencillo que es facilitárselo no podrás volver a girar la cara hacia otro lado sin hacer nada.
Así que la próxima vez piénsatelo dos veces antes de elogiarte diciendo que eres una persona generosa.

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